Colección de lecturas
 

Corrientes anabaptistas
La historia en conversación con el presente


Anabaptist Currents: History in Conversation with the Present
Carl F. Bowman and Stephen L. Longenecker, eds.
Copyright © 1995 Forum for Religious Studies
Bridgewater College — Bridgewater, Virginia (USA)
Traducción: Dionisio Byler, 2008, para www.menonitas.org


Conversación V
La Cena del Señor

  1. Incorporación en Cristo y en los hermanos. La Cena del Señor y el Lavamiento de pies, en los grupos anabaptistas
    por Jeff Bach
  2. La Cena del Señor. Reflexiones contemporáneas
    por Nadine Pence Frantz

«Y tomó pan y lo partió».  Esta descripción tan poco pretenciosa de un acto sencillo, ha generado intentos sorprendentemente diversos por recrearlo.  Jeff Bach ofrece una panorámica de la diversidad de formas e interpretación entre los anabaptistas.  Algunos enfatizaron la conmemoración, otros el sufrir como Cristo, otros algún tipo de unión mística.  El Lavamiento de pies, aunque generalmente se les presupone a los anabaptistas, no fue en absoluto universal.  Entre lo que tienen en común todas las tradiciones anabaptistas podríamos destacar el rechazo de la transubstanciación, el rechazo de una mediación ritual sacerdotal, un atenerse a la Biblia en cuanto a las formas, y el vínculo entre la Cena del Señor y el autoexamen y la disciplina.  Cuando compartían la Cena del Señor en sus hogares, a cargo de pastores laicos y no sacerdotes ordenados, los anabaptistas «redefinieron el espacio del ritual sagrado», vinculándolo a la vida corriente.

Aunque los anabaptistas discreparon entre sí en cuanto a la observancia de la Cena del Señor, Nadine Pence Frantz opina que su forma siguió siendo esencial.  Observando que los anabaptistas, en su atención puesta por una parte en la Palabra escrita y por otra en la vivencia de la fe, unen tradiciones «escriturales» y «actuantes», Frantz analiza el carácter actuante de la Cena del Señor: cómo hace carne la fe.  La Cena del Señor no se ve como solamente un símbolo o reflejo de la fe, sino como algo que en sí misma da forma y reconstituye la fe.  Por eso, alterar la forma (prescindiendo de alguno de los elementos como el Ósculo santo o el Lavamiento de pies) impacta en la fe que se reconstituye mediante la ordenanza.  En pocas palabras, las ordenanzas no se deben ni tomar a la ligera ni adaptar por motivos puramente pragmáticos.